Estatua solar de jardín con comedero y baño para pájaros de San Francisco de 20" de alto
Descripción:
Una imagen verdaderamente cautivadora de St. Francis Solar Planter captura perfectamente la devoción de San Francisco a Dios a través de su amor por toda la creación de Dios. Esta divina figura fue inspirada en el estilo de tallado y blasonada por grandes artesanos. Los bellos rostros, los colores tradicionales y la maravillosa atención al detalle capturarán el corazón de todos.
Esta hermosa estatua religiosa, que pertenece a la famosa colección Joseph's Studio Garden, tiene mucho detalle en la parte delantera y trasera. Esta escultura es un magnífico ejemplo de las artes debido a su exquisita pintura y detalles precisos.
Con esta estatua motivadora, puede crear un ambiente tranquilo en su jardín y realzar la elegancia y reverencia de su jardín, porche o patio. La estatua del jardín sagrado es un regalo atractivo para su familia, amigos y seres queridos en cualquier ocasión y es un complemento reflexivo y reverente para cualquier lugar interior o exterior.
Número de artículo: JS-47445
Características :
- San Francisco de Asís, el " Santo Patrón de los Animales y la Ecología"
- Material: resina de piedra
- Tamaño: 20 pulgadas de alto, 6,75 pulgadas de ancho, 7,5 pulgadas de profundidad.
- Funciona con energía solar
- Un complemento perfecto para tus zonas de oración o como parasol para tus patios o jardines.
- Acabado de piedra natural y será atesorado en los años venideros.
Historia y simbolismo:
San Francisco de Asís es aclamado como el santo patrón de los animales y el medio ambiente. También se le considera el defensor pionero del Día de la Tierra. San Francisco de Asís fue un sacerdote católico que dejó una vida llena de riquezas a cambio de una vida sencilla. Ordenó la Orden de los frailes franciscanos y la Orden de las Damas Pobres. Más adelante en su vida, San Francisco recibió una visión que lo dejó con la semejanza de las llagas de Cristo (marcas que se asemejan a las heridas de Jesucristo cuando fue crucificado), lo que convirtió a San Francisco en la primera persona en recibir llagas santas.