Evangelio Lectio Divinia para el vigésimo noveno domingo del tiempo ordinario - 16 de octubre de 2022
Es sorprendente lo que podemos aprender cuando nos tomamos el tiempo para leer las Escrituras más detenidamente. Por eso el Rosario es tan poderoso. Nos brinda las herramientas que necesitamos para centrarnos en la historia de la salvación, centrarnos en los misterios y escuchar mientras oramos persistentemente. En este mes del Rosario, tratemos de ser más persistentes en nuestra oración a través de la oración celestial que nos regaló Nuestra Señora.
Querido señor,
Al hacer esta lectio divina, he aprendido que necesito ser más persistente en mis oraciones, no porque seas un juez injusto y deshonesto, sino porque eres justo y honesto. Quieres que sea honesto conmigo mismo. ¿Realmente quiero lo que estoy pidiendo? ¿Lo que pido realmente es lo mejor? Me aconsejas amablemente que me tome el tiempo para meditar sobre estas cuestiones. Sólo entonces encontraré tu voluntad. Encuentro tu voluntad cuando me acerco a ti y aprendo más sobre quién eres. Gracias por acercarme a ti. En el nombre de Jesus. Amén