Lectio Divina, II Domingo del Tiempo Ordinario, 17 de enero de 2021
“He aquí el Cordero de Dios”.
En los pasajes del evangelio de las semanas anteriores, leemos sobre la predicación de Juan el Bautista sobre la venida del Mesías. En el pasaje de hoy se nos muestra que su predicación no fue en vano. Él estaba en lo correcto. No sólo tenía razón en cuanto a que la llegada del Mesías estaba cerca. También se mantuvo fiel a su palabra de hacerse a un lado y dirigir a la gente hacia el Mesías cuando él venga. Así como Juan el Bautista fue un precursor de Cristo, también allana el camino para cada verdadero discípulo, no solo para aquellos sobre los que leemos esta semana. “He aquí el Cordero de Dios” debería ser nuestra mentalidad y testimonio cada vez que vamos a misa, para recordarnos a nosotros mismos y a los demás que nuestro enfoque debe estar en él, no en los demás. “He aquí el Cordero de Dios” debería ser nuestro mensaje cada vez que le hablamos a la gente acerca de Jesús. Este carpintero de Nazaret es la oferta de salvación de Dios. Él es el prometido desde la caída del hombre.