Evangelio Lectio Divina para el decimoquinto domingo del tiempo ordinario - 10 de julio de 2022
Pero como quería justificarse, dijo a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
¡A menudo hago lo mismo! Hago preguntas para tratar de confundir la simplicidad de las enseñanzas de Jesús, preguntas que no son difíciles de responder. Mi razón se apodera de mí porque creo que es más valiosa que la simple caridad. ¿Quién es mi prójimo? Cualquiera que Dios ponga en mi vida que necesite ayuda. Mi vida es una historia y yo soy el personaje principal. Dios me da muchas oportunidades para hacer lo correcto, para compartir la gracia que me dio con los demás. Estas oportunidades a menudo se presentan en forma de vecinos que se cruzan en mi camino. Puede que sea la persona de al lado. Puede ser el amigo o familiar que está pasando por una mala ruptura. Puede ser el compañero feligrés que tiene enormes facturas médicas debido a un grave accidente.
Querido señor,
Ayúdame a ser el buen samaritano para todos los que conozco. Ayúdame a anteponer sus necesidades a las mías y a tratarlos como me gustaría que me trataran a mí. Como eres tan bueno conmigo, encuentro la fuerza para ser bueno con los demás. Enséñame a transmitir el amor que das. En el nombre de Jesús oro, Amén.