Hemos visto su estrella en ascenso y hemos venido a rendirle homenaje.
¿Qué era esta estrella? Es más que una trama secundaria del Evangelio. Es evidencia externa, es decir, algo fuera de la Biblia, que prueba que la Biblia es verdadera. En el documental, La estrella de Belén , Frederick Larson muestra cómo Júpiter –el planeta rey– y Regulus –la estrella rey– se alinearon tres veces en la constelación de Leo, el león –como en el León de Judá– alrededor de la época del nacimiento de Jesús. Detrás de Leo se levantó Virgo, que representaba a la Virgen María, “vestida de” el sol con la luna debajo, tal como se describe en Apocalipsis 12. Es más, en la concepción de Jesús, la Anunciación, Venus –el “planeta madre”-- alineado con Júpiter para simbolizar a la Virgen embarazada de un rey. Luego, Júpiter cambió de dirección, o a simple vista, “se detuvo”: el 25 de diciembre del año 2 a. C. Entonces, como lo describe Larson, en septiembre del año 2 a. C., Júpiter coronó a Régulo en la constelación de Leo, y luego Virgo se levantó vestido de sol. y luna, una luna nueva, por cierto, que marcó el año nuevo judío, también conocido como Rosh Hashaná. Nueve meses después, Júpiter y Venus se unieron para formar la estrella más brillante jamás vista. Esta estrella se detuvo sobre Belén el 25 de diciembre del año 2 a.C.
Las Escrituras nos dirigen a mirar a los cielos en busca de señales. Isaías 40:26 dice: “ Alzad los ojos a lo alto y ved: ¿quién creó estos? El que saca a sus huestes por número, llamándolos a todos por su nombre; por la grandeza de su poderío, y porque es fuerte en poder, no falta ninguno.
En Salmo 19:1-2 leemos: “ Los cielos cuentan la gloria de Dios; y el firmamento proclama la obra de sus manos. Día tras día se derrama discurso, y noche tras noche declara conocimiento”.
El mismo Jesús dijo: “Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas” (Lucas 21:25). Podemos elegir creer lo que queramos, pero Dios nos está dando toda la evidencia que necesitamos. Siempre es necesario un acto de fe, pero Dios ha hecho su parte al mostrarnos su amor. Sólo necesitamos saber dónde buscar.