EVANGELIO DEL DOMINGO LECTIO DIVINA

When we listen closely to God’s word, we find deeper meaning. When we ignore God’s word, our life becomes a series of scattered instances where we chase lesser things. Our base desires for money, pleasure, and approval take over. When we listen to God’s word though, he shows us a higher purpose. He shows us how we are part of a great story that will determine the outcome of everything he created. Will we listen to him or betray him, seeking smaller ambitions? The tenants in the vineyard may not have been so malicious at first. They may have just started out seeking more money instead of God. But when we lose sight of God, we lose sight of virtue. Then there is no limit to the means we will use to obtain what we think we need. 

Kilby is a freelance writing from New Jersey and managing editor of Catholic World Report.

It’s one thing to listen, and another thing to obey. The second son in this Sunday’s little parable heard his father loud and clear. He may have even strongly considered going out to the vineyard, but then got caught up in something that he considered to be more important. Our intentions in the moments when we are before our authorities could change when we are no longer before them. Then is when we show our true character: when no one is around to observe our obedience. Jesus sees our hearts. He knows when we pray when no one is looking, and in fact prefers that kind of prayer. This is profound. It shows that we have a father outside this world, a father who cares who we are in the deepest recesses of our souls, not who we are to other people. We may be shy, defiant, despised, or looked down upon among our peers. But thank God that he can see who we are in our solitude.

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What I usually hear from Christ when I read this Gospel is, “God’s generosity is the same for Christians who have just entered the Faith as it is for those who have been here for years.” But this time, I hear the voice of the Prodigal Son’s father, and I’m the son who stayed. Just as the laborers were not awarded due to their time in the vineyard, the Prodigal Son parable is not about the merits of either son. Rather, both parables are about God’s abundant generosity. The Father is always outpouring with love when we are simply willing to turn to him with gratitude and humility. He is the bottomless font of charity. Seeking and listening to him every day reveals endless possibilities.  

Kilby is a freelance writing from New Jersey and managing editor of Catholic World Report.

We are quick to listen when Jesus offers us God’s mercy, but do we heed the warnings of his condemnation? As he often does, Jesus ends his teaching today on a note that is hard to hear. Are we listening? Am I possibly the one who is living an unforgiving life? Do I hold bitterness toward anyone? I need to reconcile myself with that person before receiving Christ. To receive Christ at the altar is to assume his mercy. Have I shown mercy to others before expecting his mercy? This is why it is important to listen to the Gospel to the very end. The portent Jesus gives at the end is very potent, and we’d be wise to listen. 

Kilby is a freelance writing from New Jersey and managing editor of Catholic World Report.

Cuando dos o tres se reúnen en el nombre de Dios, él está allí. Pero para aprovechar su presencia, tenemos que escucharla. No basta con reconocer que él está presente y luego proceder a escucharse únicamente el uno al otro. Si Dios está entre nosotros, eso significa que participa en la conversación. Él está inspirando nuestras palabras. Él nos está dando ideas que no habríamos visto si no lo invitamos. Entonces, la próxima vez que invitemos a Dios a nuestra presencia, actuemos como si él realmente estuviera ahí escuchando su voz en las conversaciones que tengamos.

Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report .

Pregúntale a Dios: “Señor, ¿qué quieres que haga hoy?”. O mejor aún, la noche anterior pregúntale: “¿Qué quieres que haga mañana?” Y luego escucha. Él te lo dirá si escuchas con suficiente atención. A través de algún versículo de las Escrituras, o alguna intervención sutil que sólo tú puedas entender, él te lo dirá. Podemos modificar esa pregunta y preguntar: “Señor, ¿qué cruz necesitas que recoja hoy o mañana?” Pero es importante ser intencional al respecto. No podemos conocer la voluntad de Dios si no tenemos la intención de encontrarla. No va a caer simplemente en nuestro regazo. Muchos de nosotros buscamos algo a lo que podamos dedicar nuestra vida con pasión. Buscamos una manera de mostrar nuestro amor por algo a través del sufrimiento. Este tipo de llamado se encuentra a través de la oración porque tal misión viene de Dios. Y la parte más importante de la oración es la parte de escuchar.

Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report .

La Palabra de Dios es un regalo del cielo. Podemos intentar determinar qué está tratando de decirnos “el universo”, pero lo único que realmente escucharemos y veremos es lo que queremos oír y ver. Las Escrituras dan una voz clara y distinta para escuchar, una que se puede distinguir de la nuestra. Así es como Dios lo diseñó para aquellos que creen en él: si creemos, la Escritura será una luz en nuestro camino. Para ayudarnos a escuchar su voz en este mundo confuso, nos dio las Escrituras, la Tradición y la Iglesia para que nos las enseñen.

Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report .

Escucha atentamente a cada persona que Dios pone en tu vida, incluso si está de paso por un corto tiempo. Pueden parecer una molestia, pero es muy posible que Dios los haya enviado a tu vida como testimonio para mostrarte la verdad exacta que buscas.

Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report .

¿Dónde nos llama Jesús a “venir”? ¿Cuáles son los temores que debemos enfrentar para cumplir su voluntad en nuestras vidas?

Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report .